Señorita

(Óleo sobre fotografía) 

Señorita, ya no vuelva a mí, no se lo exija

deje que las hojas de su corazón vuelen muy alto

y junto con ellos todo, no deje nada

hay más valor en tu mirada 

Estoy recordando nuestro encuentro, días 

en donde la bohemia se fundían con las horas en plena nocturne

y aunque mis ojos te imaginan , como siempre en otro plano, jamás se confunden

te reconocen lúcida, saben que son tus gestos 

saben que este tu verso y que este texto fue escrito en invierno

un día como hoy por ejemplo

cuando descubrí que tus besos son a destiempo

consumo el humo vano del milagro de habernos cruzado en este camino corto pero largo, momentos de tu agrado

de ver tu sonrisa discreta en mi distracción, estoy recibiendo tu reclamo

bajo la intensa lluvia de los no dichos te amos

tal vez me equivoqué no puedo negármelo

tal vez me equivoqué no debí pronunciarlo

pero dudo mucho que un sentimiento se atreva a mentirme

me encuentro sólo de nuevo en medio de la tormenta

navegando a tientas, sintiendo a tientas

ya no me mientas, no digas cosas que no sientes

quítate la rosa de la boca y sé valiente

conmigo no quiero que dudes, si no lo sientes no lo sientes

déjalo que muera, no lo busques, no lo encuentres

no importará si después te arrepientes

hay besos que nunca se dan pero que bien se sienten

suspira, que el tren de la vida se nos retira

y no tengo pasaje de ida, 

hace tiempo que esperaba de tu cárcel la huida

y eso que encontraste la llave pero no escapaste 

¿y quién escapa por amor de qué? 

no hay suficiente fe como para perder la fe, se fue

no esperes volver a encontrarme

después de ti no soy aquel, del que quizá te enamoraste 

después del cielo claroscuro de tus labios

después de todo el agobio, después de un par de años

me prometí a mi mismo no volver y aquí me tienes

escribiéndote en el folio, desangrándote

pero hoy no es mayo y diciembre está muy lejos

tal vez te vuelva a ver en mi reflejo, en estos ojos tan inquietos

en una foto, en un soneto, en otros labios, en este caminar desierto

Estoy buscando tu mirada entre pasillos y avenidas

bajo la lúgubre luz de la catedral perdida

aferrado a tu recuerdo como la muerte a la vida

y esperando que la noche sea eterna 

ya sé que mis palabras son soberbias, 

lo sé muy bien, nadie más que yo sabe a qué sabe su ausencia

el peso de su aroma, el fragor de su fragancia

la frágil gravedad de tus besos sobre mis besos

Hoy que me sentado a reflexionarte, señorita, ya no vuelva a mí

que son pocas las mujeres que me motivaron a escribir

ya quisieran ellas un verso mío sobre el amor prohibido

y sobre como quitarse el amargo frío del otoño

Aunque usted no me lo pida, y aun así me lo exigiera, la pienso.

Aunque usted no me lo pida, y aun así me lo exigiera, la quiero

Señorita, ya no vuelva a mí, yo se lo pido

no fui yo quien la ha elegido

pero tampoco hemos sucedido.

26 de abril 2019

Naofrago ( Fragmentos de fuego)