Esta es otra puerta en la que abro mis prejuicios
En la que asisto al temible juicio de mis desperdicios
Coloquial como el lenguaje de mi cuerpo
Fatídico como cuando recito algunos de mis cuervos.
Pregúntome que me queda de este incendio
Si mi existencia forma parte de tu verbo y de tus pensamientos
escribo lento, leo lento, desahogo lento.
Son lapidarios los misterios de tus versos
Y que por mucho que lo intente siempre vuelvo
Al mismo lugar donde recuerdo que no me recuerdo
Déjame el vacío como lo dije en otro texto
No resistiré el yugo del saber que la tragedia sea un sueño.
Abogo más por mis delirios, apuesto por todos mis infiernos
belicoso con mi yo interior y con lo que devuelvo
Sedicioso hasta más no poder del fuego
La nocturne lo sabe, ella conoce mis adentros
mis archipiélagos, mi centro, mi corazón de ébano
y otros frutos oscuros
En el añil de mis dolores reposan otros secretos
Una raíz que para no salir la muerdo
Expuesto a la sicalipsis del deseo y desenfreno
Otros sentimientos por arar en mi terreno
La mejor escena en el mejor escenario propuesto
Consiste en una justicia a mis silencios.
El ego de mi reflejo al diez por ciento
un asesinato en el último acto y me despierto
Otro cuarto oscuro con luz de luna,
otro mar, otro cielo
En medio de una laguna tocando su superficie con los dedos
Saciado del desvelo con tal de seguir el ritmo
La solidaridad de mis abismos, de mis miedos
otro tonto con pluma en el ruedo.
Alejandro Godinez
09/04/2021
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