Título: Luz de medía luna
Cuando el nuevo inquilino llegó no fue bien recibido. Ya lo conocían, era casi sospechoso que llegara cada cierto tiempo con buenas intenciones. La última vez que los visitó generó todo un caos. En fin, tuvieron que recibirlo, no les quedaba de otra, aunque casi nadie quería acercarse, él muy amable andaba por toda la casa, a veces ponía música sus discos favoritos en la radio; otra, meditaba sus pensamientos en la sala central bajo una manta muy suave; en otros momentos escribía algunas poesías en el libro de los recuerdos del hogar. De pronto, el cielo se oscureció, días de lluvia y tormentas, el prado se quedó desierto, los ríos se secaron, las hojas de los árboles cayeron y no volvieron a florecer. El conocido inquilino murió en medio de la madrugada. Los demás ya sabían lo que se venía, así que lo enterraron lo más rápido posible. Todo se quemó sin remdio, incluido las tres objetos: el libro, la radio y la alfombra que a su vez representaban la escritura, la música y el pensamiento de un poeta. Esto es lo que sucede cuando un poeta sufre, el corazón es capaz de arder y destruirlo todo.
23/07/2021
Alejandro Godinez
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